- Importancia de la detección precoz e intervención temprana.
- Trabajo coordinado e interdisciplinar entre familia, escuela y todos los profesionales que intervienen con el alumno. De esta forma conseguiremos globalizar e interiorizar los aprendizajes y estrategias a seguir.
- Necesidad de adaptar la escuela y la Educación a las necesidades del alumnado.
- Formación de los maestros que atienden a estos alumnos.
- Cambio de mentalidad y metodología del profesorado:
- Centrada en los
intereses y motivaciones de los alumnos.
- Ambiente positivo
de trabajo y estructurado, con rutinas claras.
- Empatía con los
alumnos.
- Refuerzo positivo,
cuidando la autoestima, la confianza en sí mismo y
la tolerancia a la
frustración.
- Desarrollar sus
talentos y habilidades.
- Proporcionar estrategias específicas:
- Establecer contacto ocular y proximidad física y
emocional.
- Crear una participación activa en el aula.
- Formar a los alumnos en habilidades sociales.
- Fomentar las actividades que requieran memoria de
trabajo y atención.
- Estrategias para la resolución de problemas, de
forma organizada y clara.
- Estrategias para canalizar el exceso de energía.
- Permitirles actividades que impliquen cierto
movimiento dentro del aula.
- Instrucciones muy breves y sencillas.
- Fraccionar las tareas en pequeños pasos y reducir
las actividades.
- Emplear material visual para captar la atención y
que sea motivador para ellos.
- Darles pequeñas responsabilidades en el aula.
- Posibilidad de realizar desdobles en las aulas, de
forma que trabajemos con
grupos más reducidos, con la consiguiente atención más
individualizada.
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